lunes, 17 de septiembre de 2007

Cecilia Todd, en Bolivia

Este Martes 11 de Septiembre, estuvimos presentes en el concierto que ofreció la voz más linda y bien entonada de nuestra música venezolana, Cecilia Todd. Al menos si no es la más linda voz, es una de las más dulces que he sentido en toda la geografía nacional.


En un sencillo, pero hermoso y cálido acto efectuado en las instalaciones del Teatro René Moreno, tuvimos la maravillosa oportunidad de escuchar, durante aproximadamente una hora y media, la verdadera sencillez y ocurrencias de Cecilia junto a otros tres buenos músicos que la acompañaban, quienes nos hicieron sentir aqui en Bolivia la propagación de los diversos sonidos que existen en Venezuela, y mejor aún fue cuando después de la presentación pudimos intercambiar algunas palabras con los músicos y la misma Cecilia.

Si bien es cierto que del género musical que más conozco es la trova (Cubana y Latinoamericana) ello no fue impedimento para sentirme contento "lleno de Patria y amor", al oir los acordes del joropo, la fulía de las costas centrales, la gaita zuliana, el golpe larense o la tonada llanera. La verdad uno disfruta muchísimo más de la música propia cuando se está fuera de casa, y eso lo viví en el Teatro junto a mi Lau ( y detrás de nosotros dos sus padres, mis suegros).

Cabe recordar que este recital coincidió con la conmemoración de los 34 años del golpe fascista dado al compañero Allende en Chile, fecha que tampoco quisiera dejar pasar por debajo de la mesa. Al pueblo chileno vaya mi abrazo solidario y revolucionario. Vaya también un abrazo al PUEBLO y ÚNICAMENTE al PUEBLO estadounidense por la conmemoración de los 6 años de aquel día triste donde perecieron no sólo norteamericanos, sino también gran cantidad de hermanos latinos, en manos de la locura absurda de quién sabe qué...sólo eso digo al respecto (por ahora...)


¡Hoy como siempre: Orgulloso de ser VENEZOLANO, LATINOAMERICANO Y COMUNISTA!

1 comentario:

La Vero Vero dijo...

Puchaaaaaaaaaaa

Justo cuando no estoy va la Todd, quien sabe me hubiera ido hasta los Santa Pues.

Abrigáte compañero, no queda otra.

Abrazos