martes, 28 de agosto de 2007

ALLI APRENDI A QUITAR CON PIEL EL FRIO

¡Ah, mundo! ¡Naguará!

Es lo primerito que me viene en mente, para describir cómo ha sido este indescriptible (y poco aconsejable) frío que hoy me tocó palpar.

Como algunos saben, soy poco amigo de ese clima caluroso que en Caracas pudiera percibirse en ciertas temporadas; y ni hablar del intenso calor que caracteriza mi natal Ciudad Jardín, Maracay. Así mismo, he de considerarme fiel amante de ese clima templado e, incluso, bastante frio en el lugar donde me encuentre.

Sin embargo, aqui en Santa Cruz de la Sierra he tenido que ser un amante no tan fiel de este intenso frio congelante del que debo "padecer", pues me he visto en la obligación de recurrir a abrigos, chulos (pasamontañas) y chalinas (bufandas) para poder contrarrestar este agradable, pero poco soportable clima de hoy (y, según los pronósticos, se extenderá unos diítas más), ya que es el último o uno de los últimos "sur" que volcará antes de llegar el calorón. Y, créanme que aquí, cuando se dice frío es FRÍO; y cuando dicen calor es CALOR!; ayer (y más aún anteayer) hizo un calor tremendo, y me comentan que ese calor que he sentido, aún está en pañales, pues el que viene será el "padre de los calores" cruceños.

Esto que cuento me hizo recordar un fragmento de una canción de Silvio: "Alli aprendí a quitar con piel el frío, y a echar luego mi cuerpo a la llovizna", y aunque el contexto de esta canción esté basado en algo completamente distinto, pudiera resumir en pocas palabras, lo que extrañamente he venido disfrutando por entero.

Creo que ni siquiera en La Paz, cuando estuve allí, sentí tanto frío como hoy, a pesar de que allá ese clima se siente todo el año.

Bueno, a esperar que llegue el verdadero calor cruceño del que me han hablado ya...


¡Hasta la otra!

JDMC